domingo, 30 de enero de 2011

Keynes, los viejos economistas nunca mueren

En un principio, antes del 2008, España no estaba en una situación mala del todo, la deuda no era especialmente elevada y la crisis todavía no se notaba lo suficiente como para no poder negarla. [1]

Como bien explica el profesor, al estar España en la UE hay dos opciones (había), aumentar el gasto público o disminuir los impuestos. Si a la hora de aumentar el gasto público se hubieran evaluado las consecuencias del aumento del gasto público, cómo iba a repercutir en la productividad y ayudar a salir de la crisis, en qué sectores y de qué forma se maximizaba el retorno de ese gasto, basándose, igualmente, en conocimiento científico de economía, ingeniería, etc. el resultado habría sido bueno, pero el gasto público se tradujo en caramelos por votos y otros despilfarros. Aumentar el gasto público, lógicamente, no es suficiente, además hay que hacerlo bien, y esto es un problema de fondo en la política, se buscan los votos y no la efectividad, no se hace un estudio científico profundo, es demagogia.

Para esto habría sido mejor apostar por una política de disminución de impuestos, que es algo más simple y es más difícil hacerlo mal, bajar el IVA al 14% o el 12% habría aumentado el consumo de forma opuesta a como ha disminuido por su incremento, posiblemente más, ya que porcentualmente es más.[2]*

Así que la carta que se tenía se malgasta con un gasto público con poca cabeza, ahora toca apechugar y subir los impuestos, cosa que es bastante perjudicial y a esto se une, de manera similar aunque no tan pronunciada, la subida del coste de la energía (subidas continuadas en la electricidad), que en el vídeo se menciona con el precio del barril de petróleo, cosa que ciertamente no ayuda. En definitiva, un problema serio que ha surgido por hacer las cosas mal, sin cabeza. Basándose en principios científicos todo habría sido muy diferente, en cambio se usan las ideologías, demagogia para conseguir votos.

Ciertamente, de las dos medidas posibles, aumentar gasto público y disminuir impuestos, la primera es más intervencionista (y socialista supongo) y la segunda más liberal, pero cuando las políticas sociales se hacen tan mal los perjudicados son todos, incluyendo los trabajadores o los obreros. Una bajada en el IVA habría permitido a trabajadores y obreros poder consumir más, su calidad de vida habría mejorado y toda la situación económica, social y a todos los niveles sería mejor.

Pero la intención de esta entrada no es soltar un mensaje que otros muchos harán seguramente mejor. Lo que quiero remarcar es que es un problema de fondo, de la forma en que se toman las decisiones, no de las decisiones tomadas que resultan no ser buenas, cosa que es normal teniendo en cuenta el método, el que las decisiones fueran (por casualidad) buenas no haría mejor el método. Y es ahí donde quiero incidir en mi crítica. Cuando se toman decisiones políticas, que afectan a la vida de millones de personas, han de evaluarse las consecuencias con el rigor con que se construye un edificio para que no caiga, con que se diseña una fábrica para que no mate a sus trabajadores, un portaaviones para que no se hunda.

Hace falta que la política tome ejemplo de las ciencias "duras" y formales, las ingenierías y la investigación que se hace en éstas. Hace falta que las decisiones políticas se evalúen de manera científica, objetiva y transparente (para que los ciudadanos estén informados), previamente a dicha decisión y posteriormente comprobando los resultados, para tener esta retroalimentación.

* (ojalá pudiera encontrar una gráfica aceptable, todos estos datos objetivos deberían ser accesibles por los ciudadanos y debería ser posible encontrarlos fácilmente #opengov #ciencia)

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Muerte y resurrección de Keynes

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1 comentario:

  1. Buena entrada, buenísima. El vídeo ya lo había visto antes.

    Mi opinión sobre Keynes es que tuvo un gran acierto y grandes errores y que, pese a ser uno de los más grandes economistas, es superado por otros como Milton Friedman o F.A.Hayek.

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